"La palabra, una vez escrita, vuela y no torna" - Quinto Horacio Flaco

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Irving Stone


Escribe biografías. Pero las suyas son biografías noveladas. Es decir, da a su personaje una profundidad que las monografías (tan llenas de precisiones históricas, tan áridas, tan poco retóricas) nunca consiguen. Por ejemplo, en Lujuria de vivir Irving Stone nos presenta a un Van Gogh humano, que sufrió en las minas, que descubrió su falta de talento, que durmió en Arles y que acabó retratando a su psiquiátra de mirada taciturna, sólo porque era incapaz de dejar que sus impresiones se fueran sin ser pintadas. El autor, de pronto, vuelve palabras los paisajes que inspiraron a Van Gogh. Vuelve a Van Gogh palabras.
Irving Stone también ha narrado la vida de Freud y de Miguel Ángel. Ésta última destaca. Al menos para mí. Michelangelo: la agonía y el éxtasis, se titula. Y a través de sus páginas atestiguamos el origen de aquel primer Cupido apócrifo, que lo lanzó a la fama en Roma. El David surge ante nuestra mirada. El Moisés y aquellos eclavos que jamás formaron parte de una tumba son esculpidos de nueva cuenta. La Capilla Sixtina es pintada de nueva cuenta. Y de nueva cuenta Miguel Ángel queda ciego. Y de nueva cuenta, como el acto triunfal de su vida, diseña la cúpula de San Pedro.
¡Qué novela!
El último párrafo del libro es, en mi opinión, de los mejores finales que se han escrito jamás.
Pienso en él y de inmediato me viene a la mente un Miguel Ángel anciano. Que avanza por la nave principal. Que lo recuerda todo. Que se eleva. Que se funde. Que se confunde con la cúpula. Y finalmente con Dios.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

De tan solo leer la descripcion del libro sobre Miguel Angel me basto para darme cuenta lo bueno del escritor, ya comence a leer me llaman rojo y me esta gustando, gracias por su buena precisión de critica de los libros. conseguire todo lo que usted recomiende.

Saludos Joven Cuellar.

Vic-Mac dijo...

Cuéllar tiene un admirador que no sabe escribir su nombre...

No sabía que Zafón te había desilusionado... yo estoy con las aventuras de Sempere y hasta ahorita no está nada mal...

¡Carajo con la verificación de la palabra!

Mongua dijo...

Hay diferencias interesantes entre "Historia Novelada" y "Novela histórica" ¿no crees? Hay un libro "El día que Nietszche lloró" te lo recomiendo, podría gustarte, sólo una advertencia. El autor (cullo nombre no recuerdo), no tiene rigor histórico, pues en la obra se unen 3 personajes que nunca se conocieron (Nietszche, J. Breuer y Marx), pero las reflexiones y la "biografía" que resulta de Nietszche, son muy interesantes.